Enlaces accesibilidad

Raquel Gu: "La caza de brujas es el resultado de una sociedad misógina y patriarcal"

  • La dibujante repasa la historia de las brujas en el cómic ¿Es una bruja? Mitos, mentiras y realidad
  • Más noticias sobre cómic e ilustración en El Cómic en RTVE.es

Por
Detalle de la portada de '¿Es una bruja? Mitos, mentiras y realidad' (Garbuix Books)
Detalle de la portada de '¿Es una bruja? Mitos, mentiras y realidad' (Garbuix Books)

Hasta hace no mucho cualquier mujer de una edad avanzada y que viviera sola podía ser acusada de ser una bruja. Y es que, históricamente, a las mujeres que han destacado o se han revelado contra el papel que les asignaba la sociedad, se las ha temido, envidiado y perseguido. Se las ha convertido en brujas. Ahora la dibujante y humorista gráfica Raquel Gu (Barcelona, 1972), repasa la historia de las brujas en el cómic ¿Es una bruja? Mitos, mentiras y realidad (Garbuix Books), que tiene mucho que ver con la misoginia que ha definido (y sigue definiendo), la historia de la humanidad.

Raquel nos ha comentado cómo surgió la idea del libro: "Hablando con Montserrat Terrones, la editora de Garbuix, nos dimos cuenta de que hay muchos cómics que tocan el tema de las brujas. Pero casi siempre lo hacen desde la vertiente de la ficción. Y pensamos que sería interesante hacer un recorrido histórico sobre la figura de estas mujeres. A partir de esa idea empecé a documentarme con artículos, libros, documentales... para ir acumulando ese conocimiento y poder estructurarlo de una forma sencilla, ya que es una historia muy densa y compleja y queríamos que fuera comprensible para lectores de 13 o 14 años. Aunque al final nos ha quedado un cómic que también tiene una segunda lectura para los adultos. Es para todos los públicos".

Página de '¿Es una bruja? Mitos, mentiras y realidad' (Garbuix Books)

"Las brujas se remontan hasta el principio de los tiempos"

Cuando prensamos en brujas nos viene a la cabeza esa imagen de una mujer vieja y fea que viste de negro y monta en una escoba, pero su historia es mucho más compleja e interesante, como nos comenta Raquel: "Al documentarme, me he encontrado con esa gran caza de brujas del siglo XVI y principios del XVII en Europa, pero a partir de ahí empecé a rebobinar y fui llegando a la Edad Media, la Antigua Roma, la Antigua Grecia, con Circe, Medea y Hécate... Y acabé remontándome al principio de los tiempos, hasta la prehistoria, cuando el ser humano, a la hora de buscar respuestas a cosas como el trueno, el relámpago, el sol, la luna, el día, la noche, la vida, la muerte... tiraba de imaginación y de su experiencia al observar el entorno que lo rodeaba".

"Ahí fue cuando me encontré con unas mujeres que acumulan conocimiento a través de lo que observan en la naturaleza: plantas medicinales, remedios que pueden aplicar... estas serían las primeras curanderas. También aparece entonces la figura del mediador, ese personaje que se presenta como intercesor entre unas fuerzas sobrenaturales (todo aquello que el ser humano no comprende y el pueblo). Estos mediadores y estas curanderas son el origen los hechiceros y las brujas".

Página de '¿Es una bruja? Mitos, mentiras y realidad' (Garbuix Books)

Los hombres médicos, las mujeres brujas

Pero se tardó poco en asociar a los hombres a la medicina y a las mujeres a la magia negra, como no comenta Raquel: "Desde el principio de los tiempos, este papel de curandero o mediador está asignado a un personaje de la tribu que adquiere cierta relevancia y que es arropado por el poder, por los que mandan. Porque esos conocimientos pueden servir a los líderes en la evolución de esas sociedades".

"Y cuando llegamos a la antigua Grecia y a la antigua Roma -continúa Raquel-, vemos que se han convertido en sociedades muy patriarcales en las que progresivamente se va apartando la mujer. Una misoginia que hereda el cristianismo y que va aumentando históricamente hasta que se va relegando cada vez más a las mujeres de los espacios públicos y se las encierra en el ámbito doméstico. Hay un afán por apartarlas de los de los puestos de responsabilidad y que tengan cierta relevancia social".

"A partir de ahí -añade la dibujante-, a las mujeres que han ejercido de curanderas, de parteras, que han estado un poco al servicio de la comunidad, se las empieza a mirar con suspicacia, sobre todo a partir del cristianismo. Se las empieza a estigmatizar y apartar, hasta llegar a demonizarlas. Y ahí juega un papel importante la superstición. Es entonces cuando a los hombres que curan se los aprecia, pero si las mujeres hacen lo mismo se las demoniza. También es cuando la iglesia establece esa división entre la magia blanca y la magia negra".

Además, en esa época algunas monjas comienzan a estudiar y escribir, lo que provoca que la iglesia les prohíba cualquier actividad intelectual. "Se iba afianzando esa idea de que la mujer era un producto del diablo y se emitió una bula papal que les prohibía el acceso al conocimiento. A pesar de eso hay figuras como Hildegarda de Bingen (1098-1179) o Trota de Salerno (1050-inicio del Siglo XII), que fueron pioneras. En concreto, Hildegarda es una de las figuras más relevantes de la cristiandad" (y Trota una de las médicas más destacadas).

Página de '¿Es una bruja? Mitos, mentiras y realidad' (Garbuix Books)

El 'Malleus Maleficarum'

En 1487 se publicó el Malleus Maleficarum (Martillo de las brujas), un tratado sobre la brujería escrito por los frailes dominicos Heinrich Kramer y Jacob Sprenger que tuvo un un profundo impacto en los juicios contra las brujas durante los siguientes 200 años. "Hasta entonces había unos libros, llamados grimorios, que se usaban para identificar a las brujas, pero este libro fue fundamental. En realidad fue obra de Kramer, que es un personaje al que la misma iglesia considera tóxico. Pero ese libro se convirtió en la herramienta básica para identificar, capturar, juzgar y castigar a las supuestas brujas", asegura Raquel.

Pero... ¿Cómo podía identificarse a las brujas, según ese libro? "Describe varias maneras de identificarlas, desde rasgos físicos que consideran sospechosos hasta aquellas que realizaban actividades como recoger plantas medicinales. También habla de cómo torturarlas para obligarlas a confesar. Y claro, si a ti te torturaban acababas confesando lo que fuera para que te dejasen en paz", nos comenta Raquel.

Un dato que recoge el cómic es que también se quemó y ahorcó a muchos brujos. "Ese dato es uno de los que más me me llamó la la atención -nos confiesa la dibujante-, porque se suele decir que la caza de brujas fue una persecución organizada por los hombres contra las mujeres. Pero la realidad que nos muestran los datos es que un 30% de los acusados de brujería fueron hombres. Y muchas de las acusadoras de brujas también fueron mujeres".

"También suele decirse que las brujas eran siempre mujeres sabias con conocimientos médicos y que por eso se las perseguía. Pero en realidad solo una pequeña parte de las acusadas eran eran curanderas o comadronas. El resto eran mujeres modestas que llevaban una vida, digamos, diferente a lo que se esperaba según las convenciones. O eran mujeres con alguna discapacidad o con algún trastorno. Pero de lo que sí que no hay duda es que tanto la persecución como la caza de brujas es el resultado de una sociedad misógina y patriarcal", añade la autora.

Página de '¿Es una bruja? Mitos, mentiras y realidad'

"La Inquisición española no creía en las brujas"

Todos conocemos la mala fama de la Inquisición española pero, por lo menos en el caso de las brujas, no está justificada. "Tanto en España como en Italia, la Inquisición no tuvo el papel que se nos ha contado -asegura Raquel-. Porque eran un poco más escépticos con el tema de la brujería, no creían en las brujas. Estaban muy ocupados con otras cosas, como controlar el pensamiento de la gente y los libros que se publicaban. Y perseguir cualquier cosa que considerasen ofensiva para su religión. Eso le preocupaba mucho más que las brujas".

"Incluso -continúa Raquel-, hay un sacerdote e inquisidor, Alonso de Salazar y Frías (Burgos, 1564 - Madrid, 1636), que participó en el tribunal de la Inquisición española de Logroño que juzgó el caso de las brujas de Zugarramurdi en 1610. Investigó el caso, porque no creía en la brujería, y gracias a su informe convenció a las tres instancias de la de la Inquisición de que allí no habían existido ni brujas ni brujos".

Hablando de casos famosos todos recordamos también los juicios por brujería de Salem, en la entonces colonia inglesa de Massachusetts, entre enero de 1692 y mayo de 1693. "Yo creo que ambos casos se parecen en que, en el fondo, lo que hay son rencillas, envidias y bulos generados por gente recelosa de otra gente. Que en realidad la iglesia no perseguía a las brujas sino que eran la propia gente de los pueblos. Luego se iban a buscar a sacerdotes que validaran esas acusaciones. Pero tanto en Salem como Zugarramurdi la raíz de todo está en la maledicencia de la gente y en las envidias y rencillas. creo que ambos casos se parecen mucho".

Más de 40.000 personas ajusticiadas por brujería

En el cómic se nos recuerda que más de 40.000 personas fueron asesinadas por brujería. "Es una barbaridad -asegura Raquel-. Por eso en el libro se insiste mucho que es una historia muy triste. Además, tenemos que pensar que esas 40.000 personas fueron señaladas por ser diferentes o por actuar de forma distinta a lo que se esperaba de ellas. Pero no deja de ser una auténtica barbaridad".

"Además, se las solía acusar solo por ser mayores, ser viudas, vivir solas... y tenemos que pensar que en aquella época con 30 años ya eras una persona mayor. Pero, como decía antes, si te valías por ti misma y tenías algún papel relevante en la comunidad, ya eras sospechosa de brujería".

En esa imagen de la bruja también ha jugado un papel fundamental la cultura popular, como los cuentos (o las películas de Disney). "Esa cultura popular ha vivido sobre todo de mitos antiguos y también de bulos antiguos -asegura Raquel-. De Salem hay documentos y podemos saber más o menos cómo fueron esos juicios, pero hay mitos que nos han llegado por el boca a boca desde varios siglos atrás. Y los cuentos populares viven de esos mitos. En el cómic cuento como, a principios del Siglo XIX, los hermanos Grimm se dedicaron a recopilar esas narraciones populares y de ahí salieron cuentos tan conocidos como Blancanieves o Hansel y Gretel, que han popularizado esa imagen de la anciana a vieja con verrugas y encorvada".

En estos últimos años muchos autores, sobre todo mujeres, se han dedicado a reivindicar la figura de la bruja. "Creo que hay que denunciar la injusticia que han sufrido las mujeres acusadas de brujería, y también ese 30% de hombres del que hablábamos antes. Hay que revisar ese relato que nos ha llegado para contarlo como fue realmente. Y también para darles una visibilidad que no tuvieron y para borrar o intentar borrar esos bulos que se han difundido a lo largo de tantos siglos sobre sobre estas personas o estas mujeres".

Página de '¿Es una bruja? Mitos, mentiras y realidad'

"Las brujas de la noche"

Ya sabemos que Raquel Gu es una de las grandes del humor gráfico actual, pero en esta obra consigue combinar ese humor con una gran labor didáctica. "Creo que el humor es una herramienta esencial para para contar las cosas -nos comenta-, sobre todo cuando hay cosas tan duras como las que se cuentan en esta historia. A veces la ironía es muy necesaria para contar cosas tan truculentas como esta. Sin olvidar los gestos y actitudes tan crueles que se han tenido hacia estas estas personas, creo que el humor nos da ese punto de inocente ironía para para denunciar lo que pasaron. También con un toque de mala leche. Pero la ironía siempre hace que todo sea un poco más llevadero".

Entre los numerosos ejemplos históricos que incluye el cómic, Raquel nos comenta casos tan curiosos como el de "Las brujas de la noche": "En 1941, la Unión Soviética se defendía de los nazis que intentaban invadirla. Y como el ejército iba menguando, los soviéticos decidieron hacer entrar a las mujeres en combate. Y se crearon varios escuadrones aéreos formados por mujeres. El más famoso fue un regimiento de bombardeo nocturno capitaneado por Marina Raskova, al que llamaron "Las brujas de la Noche", porque fueron unas pilotos muy letales. Y como eran mujeres parece que no podían ser buenas en lo suyo sin tener poderes sobrenaturales. Por eso las llamaron así".

Tras este cómic que le ha exigido esa gran labor de documentación, preguntamos a Raquel Gu en qué trabaja. "Estoy metida en otro cómic con guion de Javier Pérez Andújar. Saldrá en otoño y es más de aventuras, pero también tendrá mucho humor".

Portada de '¿Es una bruja? Mitos, mentiras y realidad' (Garbuix Books)