Zelenski y Merz pactan un nuevo acuerdo sobre armas de largo alcance fabricadas en Ucrania sin restricciones
- El Gobierno alemán anuncia un nuevo paquete de ayuda de 5.000 millones de euros a Ucrania
- Sigue minuto a minuto la guerra entre Rusia y Ucrania


Ucrania y Alemania han alcanzado un nuevo acuerdo de inversiones en el sector de defensa sobre armas de largo alcance fabricadas en territorio ucraniano sin restricciones. Ha sucedido tras la visita a Berlín este miércoles del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para reunirse con el canciller alemán, Friedrich Merz. Este viaje forma parte de la iniciativa diplomática germana que pretende poner fin a la guerra en Ucrania, reivindicando el papel de Europa y su intención de ganar presencia en la mesa de negociaciones.
Desde su toma de posesión hace un mes, el canciller alemán no ha dejado de insistir en el apoyo de Berlín a Kiev. Ambos mandatarios se han reunido en la capital alemana para abordar, entre otras cuestiones, el uso de misiles de largo alcance. Zelenski busca ampliar sus capacidades ofensivas, con la vista puesta en los misiles de crucero que le negó el anterior canciller, Olaf Scholz: los Taurus alemanes, que alcanzan objetivos a 500 kilómetros. Con ellos y con las manos desatadas para utilizarlos, Ucrania podría elevar la guerra a otro nivel atacando el interior de Rusia.
Hasta ahora, la mayoría de países comunitarios habían puesto como condición para la entrega de armas a Kiev que estas solo se usaran de manera defensiva, dentro del territorio ucraniano. Sin embargo, el martes, Merz levantó el veto para que Ucrania use sobre suelo ruso las armas suministradas por el Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos, en contraste con la cautelosa retórica de su predecesor, Olaf Scholz. En principio, los ATACMS estadounidenses, los Storm Shadow británicos y los SCALP franceses solo podrán ser empleados contra la retaguardia rusa en la zona fronteriza del noreste de Ucrania, a fin de proteger las regiones ucranianas de Járkov y Sumi, pero no deberán ser lanzadas más allá de las provincias de Bélgorod, Kursk o Briansk.
Rusia condena la "muy irresponsable" actuación de Alemania
Aunque Merz todavía ha esquivado los controvertidos misiles Taurus, ha tomado esta "decisión necesaria" para que Ucrania pueda defenderse de una guerra que, según ha lamentado el canciller, "no tiene un final cercano". Como respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, denunció que el uso armas europeas en territorio ruso sugieren que la decisión de permitirlos se había tomado hace mucho tiempo, "pero se había mantenido en secreto". Tras conocerse el acuerdo, Alemania ha adoptado una posición que, para el Kremlin, es "muy irresponsable".
Berlín ha anunciado, además, que proporcionará a Kiev más de 5.000 millones en ayuda militar y financiera al país. Tras la reunión, el canciller ha anunciado que ampliará la ayuda militar con la firma de una declaración de intenciones que permitirá a Kiev fabricar armas de largo alcance, cuyo uso no estará limitado al territorio ucraniano y podrán ser utilizadas contra suelo ruso. "Continuaremos con nuestro apoyo militar y lo ampliaremos para que Ucrania pueda seguir defendiéndose ahora y en el futuro contra esta agresión rusa", ha señalado el canciller.
Merz ha explicado que los ministros de Defensa de Alemania y Ucrania, Boris Pistorius y Rustem Umérov, respectivamente, firmarán este miércoles una declaración de intenciones "sobre la adquisición de sistemas de armas de largo alcance de fabricación ucraniana".
El apoyo incondicional de Berlín
El apoyo vacilante de Washington de las últimas semanas ha fortalecido la posición de Alemania como aliado de Ucrania. Merz ya visitó el país con otros líderes europeos a los pocos días de convertirse en canciller, pero Zelenski, pese a agradecer la visita, aseguró que había cosas que no pudieron "discutir por falta de tiempo". Es precisamente en esta reunión donde los líderes han intentado poner en común su visión sobre la guerra.
Tras el fracaso de las conversaciones de paz, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha arremetido por segunda vez en 48 horas contra su homólogo ruso, Vladímir Putin, al que acusa de "jugar con fuego" tras lanzar los peores ataques aéreos contra Kiev y otras ciudades desde el inicio de la guerra. Trump, que se marcó como prioridad acabar con la guerra en Ucrania en su regreso a la Casa Blanca, ha visto frustrados sus intentos de paz en los últimos meses.
En este contexto, Zelenski ha vuelto a proponer una reunión trilateral con Trump y Putin, con el objetivo de avanzar en las enquistadas conversaciones de paz. Esta propuesta se produce después de que el jefe del Kremlin rechazara una invitación anterior de su homólogo ucraniano para reunirse en Turquía a mediados de mayo. El Kremlin declaró entonces que dicho encuentro solo tendría lugar una vez alcanzado un "acuerdo". Para Merz, "el apoyo de Estados Unidos es indispensable para el triunfo de las conversiones".
Previo a su llegada a Berlín, el mandatario ucraniano ha advertido de que los rusos "harán todo lo posible" para llevar la guerra a la región de Dnipropetrovsk, en el centro del país. Actualmente, las tropas rusas se encuentran a menos de tres kilómetros de la zona, a la que se acercan desde la vecina Donetsk.
Zelenski ha reiterado que la conquista de todo el territorio de las regiones de Lugansk y Donetsk sigue siendo un objetivo estratégico para el Kremlin. Después de tres años de guerra, Moscú ocupa algo menos de una quinta parte de Ucrania, unos 113.000 km cuadrados, pues controla el 75% de las regiones de Donetsk, Zaporiyia y Jersón y más del 99% de la región de Lugansk, según las estimaciones rusas. Este miércoles, el presidente ucraniano ha insistido en que un primer paso para tomar Donetsk sería la conquista de la ciudad de Pokrovsk, donde las fuerzas rusas tratan de acercarse con decenas de asaltos diarios.