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Azucarera echa el cierre en León tras un siglo de actividad: golpe al empleo y al futuro de la remolacha en la región

  • La empresa anuncia un ERE que afectará a 251 empleados, la mayoría de la fábrica leonesa de La Bañeza
  • Los agricultores creen que el cierre de la planta supondrá la desaparición del cultivo de remolacha en la zona

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Azucarera echa el cierre en León tras un siglo de actividad: golpe al empleo y al futuro de la remolacha en la región
Fábrica de la Azucarera en La Bañeza, León Fernando Otero / Europa Press

La provincia de León ha sido durante décadas una potencia del cultivo de remolacha y la producción de azúcar en España. Su clima templado, abundante agua y sus suelos fértiles llevaron a decenas de fábricas a instalarse en la región, tejiendo una red económica y social que sostenía a comarcas enteras.

"La remolacha llegó a ser un cultivo social donde con pocas hectáreas vivía una familia", relata a RTVE.es Aurelio González, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Castilla y León.

Nacido en el seno de una familia agrícola en la comarca de Toro, en Zamora, Aurelio ha vivido la evolución del cultivo de la remolacha desde bien joven. Según nos cuenta, su padre sembraba remolacha y él conducía el tractor para su moltura —el proceso industrial que transforma la planta en jugo azucarado—: "Fue lo primero que hice al sacarme el carnet de conducir".

Tal era la cantidad de remolacha que se recolectaba en la zona, que en ocasiones llegaba a estar hasta un día entero haciendo cola en la fábrica, esperando su turno en una hilera interminable tractores y camiones cargados de mercancía que, como él, hacían del cultivo de esta planta su forma de vida.

España Directo - De planta a terrón de azúcar

Sin embargo, mucho han cambiado las cosas desde entonces. Una a una, esas instalaciones fueron echando el cierre, víctimas de reestructuraciones, liberalización del mercado y altos costes de producción.

Ahora, con el anuncio del cierre de la planta de La Bañeza tras casi un siglo de vida, se consuma el fin de una era para el campo leonés y se abre, a su vez, un nuevo capítulo de incertidumbre para agricultores y trabajadores. "Si finalmente se materializa, esta zona queda devastada", lamenta a RTVE.es el secretario general de la Sección Sindical Estatal de UGT-FICA y presidente del Comité de Empresa, Benigno Pérez.

251 empleos en el aire

El sindicato apunta que el cierre de la planta leonesa supondrá la destrucción de alrededor de 150 puestos de trabajo, mientras que más de 1.000 empleos indirectos pueden verse comprometidos. A ellos se sumará otro centenar de despidos en el resto de España.

En total, el expediente de regulación de empleo (ERE) afectará a 251 personas de todos sus centros productivos, esto es, el 26,6% de una plantilla de 946 personas.

"Habrá muchos dramas personales, especialmente para los más jóvenes, que tienen su hipoteca e hijos pequeños", subraya el representante sindical. "Y otros que han venido con el contrato de relevo, marchándose de una empresa en la que estaban fijos para venir a esta buscando un futuro mejor porque se lo prometieron y ahora se encuentran en la calle", añade.

Desde la empresa han indicado que ya se ha comenzado un periodo de consultas con los representantes de los trabajadores para promover "una negociación que ayude a buscar soluciones efectivas y respetuosas con los afectados". Mientras que la Junta de Castilla y León ha pedido a Azucarera que este ERE se convierta en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y que el Gobierno central active el Mecanismo RED, que permite a las empresas solicitar la reducción de jornada y suspensión de contratos de trabajo en situaciones excepcionales.

De momento, el comité de empresa ya ha convocado un calendario de movilizaciones para protestar por el ERE y el anuncio de cierre de la planta. Se iniciarán el próximo miércoles, día 4 de junio, con una concentración a la puerta de la fábrica; continuarán el día 6 con otra concentración en la plaza Mayor de La Bañeza y concluirán el martes día 10, con una protesta ante las Cortes durante la celebración del Pleno.

Desaparición del cultivo

Aunque la peor parte, vaticinan las organizaciones consultadas, se la llevarán los agricultores. Y es que una posible consecuencia del cierre de la fábrica en La Bañeza es la desaparición del cultivo en la zona: "Si las fábricas dejan de funcionar, los agricultores acabarán por no sembrar y se perderá todo ese trabajo que durante tantos años ha costado levantar", recalca el representante de UGT.

Cabe recordar que León fue la pasada campaña la provincia con más hectáreas de cultivo de remolacha en España: 10.400, lo que supone un tercio del total de superficie cultivada de Castilla y León (31.800 hectáreas), según datos de la Junta. De ellas, La Bañeza acumula unas 6.000 hectáreas, muy por encima de las 2.500 de Toro o las 1.000 de Miranda de Ebro.

"León fue el año pasado la primera provincia en siembra de remolacha de España y lo hubiese seguido siendo si Azucarera hubiese puesto unas normas de contratación dignas, que no lo ha hecho", denuncia a RTVE.es el presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Castilla y León, Donaciano Dujo.

En su opinión, "se están desarrollando nuevos regadíos y mejorando los existentes" y "hay un potencial grandísimo". "Eso sí, siempre y cuando se les trate bien y sea rentable", añade.

La molturación se traslada a Toro

Si la decisión finalmente se concreta, la planta de La Bañeza será la única que cese su actividad de molturación de forma total. Mientras que la fábrica burgalesa de Miranda de Ebro seguirá operativa únicamente como refinería de azúcar de caña, que puede ser importada.

El objetivo es centrar toda su producción de azúcar de remolacha en sus molturadoras de Toro, en Zamora, y de Jerez de la Frontera, en Cádiz, que seguirán contando con los centros de envasado situados en la misma localidad gaditana y en Benavente (Zamora). Según la compañía, esta reestructuración responde al objetivo de garantizar la sostenibilidad del negocio a largo plazo y recuperar su competitividad en el mercado.

"Una reestructuración justificada por (...) unos elevados costes resultantes de mantener tres fábricas operativas; la volatilidad del precio del azúcar, intensificada por las importaciones procedentes de terceros países en condiciones de mayor ventaja; o la caída de las producciones de remolacha debido a la prohibición del uso de sustancias activas", señala en una nota remitida a los medios el consejero delegado de Azucarera, Juan Luis Rivero.

Este medio se ha puesto en contacto con Azucarera para conocer más detalles de la decisión y, por el momento, han preferido no hacer más declaraciones al respecto.

"Solo le interesa el refino"

Para Benigno Pérez, no obstante, la decisión de Azucarera de no moler en La Bañeza es un claro indicio de la falta de apuesta por la remolacha en la zona: "Lo que nos tememos es que solo le interesa el refino", critica.

Bajo su punto de vista, la empresa ha optado por abandonar la molturación al considerarlo "poco rentable", apostando en su lugar por el refinado de azúcar ya elaborado o importado, un modelo más barato, pero desconectado del campo y del tejido agrícola de la comarca.

"Es triste y lamentable (...) Esta empresa lleva diez años intentando desmantelar el cultivo de remolacha, poniendo bajos precios, echando a profesionales, haciendo cultivos en nuevas parcelas sin producción... Es decir, haciendo las cosas mal para que la gente deje de producir porque su interés es refinar azúcar y vender azúcar, que es a lo que vino la British Sugar (su matriz), a coger la cota de azúcar de España", denuncia el secretario general de UPA Castilla y León.

A esto se suma que la planta de Toro a la que se trasladará la molturación se encuentra a más de 100 kilómetros de La Bañeza, un nuevo varapalo en forma de tiempos y costes para los agricultores que envíen allí su producto.

Esta misma semana, en un encuentro entre la Junta de Castilla y León y directivos de Azucarera, se ha adquirido el compromiso de que la compañía asumirá el sobrecoste del transporte de remolacha desde su lugar de origen hasta la planta zamorana. Sin embargo, los agricultores desconfían.

"¿Cuánto tiempo va a estar la empresa poniendo dinero para llevarla hasta otro sitio? Pues poco. La experiencia nos dice que, cuando se cierra una fábrica en una zona, a las dos o tres campañas, se acabó el cultivo", asegura Aurelio González.

Piden a la Junta que retire las ayudas concedidas

Ante este contexto, la Junta de Castilla y León ha trasladado su "firme oposición" a la decisión de la multinacional y piden a Azucarera que estudie "una alternativa o actividad industrial en paralelo a la propia azucarera". "Han dicho que todo esto lo iban a estudiar y nos darán respuesta lógicamente en los próximos días, en las próximas semanas", apuntó a los medios el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.

Sin embargo, para el secretario del Comité de Empresa de Azucarera en sus instalaciones de La Bañeza, Miguel Santos Rodríguez, el "apoyo y buenas palabras" del presidente "han llegado tarde" y ha reclamado "más presión" de las administraciones para frenar esta decisión.

UPA y ASAJA, por su parte, piden al Gobierno autonómico que obligue a la empresa a devolver las ayudas públicas "millonarias" recibidas en los últimos años, un presupuesto que a su juicio "se podía haber dedicado a otros cultivos, a otros sectores también en riesgo, pero con mayor interés empresarial".

"No nos damos por vencidos", asegura el representante sindical, "vamos a seguir peleando por que no haya un cierre y queremos implicar a todas las administraciones, al Gobierno central y a la Junta de Castilla y León: que dejen de tirarse los trastos unos a otros y que se pongan manos a la obra porque la España vaciada está muy bien en las campañas electorales, pero tienen que demostrar que se preocupan por ella", concluye.