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La alemana Annalena Baerbock se convierte en la quinta mujer en presidir la Asamblea General de la ONU

  • Promete respetar la carta de la ONU y promover el diálogo entre los Estados miembros
  • Ha recordado que la misión de la Asamblea es salvar a las generaciones venideras de la guerra

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La presidenta electa de la ONU, Annalea Baerbock es aplaudida por la Asamblea General.
La presidenta electa de la ONU, Annalea Baerbock es aplaudida por la Asamblea General. Richard Drew / AP

La alemana Annalena Baerbock, exministra de Asuntos Exteriores (2021-2025) de su país, ha sido elegida como la próxima presidenta de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el 80 periodo de sesiones que arrancará en septiembre.

Baerbock, de 44 años, ha logrado el apoyo de 167 países (se requería una mayoría simple de 88 votos) frente a los siete votos que ha conseguido su compatriota Helga Smith. Catorce países se han abstenido en la votación, que ha sido secreta. Su lema 'Juntos mejor' ha sido aceptado y aplaudido por la Asamblea General porque consideran que busca la unidad, el diálogo y la paz en un contexto marcado por la desigualdad, la guerra y las injusticias sociales.

El presidente saliente, Philémon Yang, ex primer ministro de Camerún, ha destacado que el liderazgo de Baerbock, además de su gran experiencia profesional "es un buen augurio para la Asamblea". Ha señalado que su lema recuerda la importancia de que ningún país "puede hacerlo solo" en un contexto marcado por un período "turbulento".

Para Yang, Baerbock es una persona honrada de la que espera que "fomente la confianza y que promueva el diálogo en la Asamblea".

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha trasladado todo su apoyo a la presidenta electa y ha añadido que, "ahora que se prepara para tomar el timón, lo hace en un momento difícil" porque la pobreza continúa asolando la naturaleza humana y que los Objetivos de Desarrollo Sostenible están en una situación alarmante.

"Es un momento para unirnos y poner soluciones comunes", ha dicho Guterres, en referencia al lema de Baerbock que tiene como prioridades luchar por la paz y el desarrollo de las naciones.

Guterres invita a la unidad

En su intervención, el secretario general ha avisado que "la desconfianza y las divisiones son generalizadas", por lo que deben de trabajar desde la ONU para la unidad de las naciones a pesar de que "la ayuda y la financiación se están agotando".

Ha expresado que es el momento de "unirnos, forjar soluciones comunes y actuar para abordar desafíos", porque algunas de sus instituciones y estructuras "reflejan el mundo de ayer, no una visión del mañana".

Guterres ha reconocido que el lema de la presidenta Baerbock le ha inspirado porque hace un llamamiento a la acción "para que el mundo actual y el sistema global de resolución de problemas". "Sus prioridades abarcan desde la paz y el desarrollo hasta la reforma y la transparencia dentro de las Naciones Unidas", ha dicho.

Baerbock promete trabajar por la paz y el diálogo de los miembros

En su discurso, la electa presidenta de la Asamblea General ha agradecido a su antecesor Yang por inspirarla, guiarla y apoyarla en este proceso. Ha mencionado que servirá "a todos los Estados miembros como mediadora honrada y unificadora, iniciaré un diálogo basado en la confianza".

Ha confirmado que su "puerta siempre va a estar abierta a todos" porque en eso se basa su lema. De igual manera, ha resaltado que "la respuesta a los horrores de la guerra no deja de ser una visión común" que busca la cooperación de los Estados miembros para que todos se puedan beneficiar de una paz general.

Baerbok se ha comprometido a respetar la carta de la ONU y promete centrarse en "qué podemos hacer juntos, en vez de preguntar que es lo que nos divide".

La presidenta electa ha enfatizado que en el mundo hay más de 120 conflictos armados que "nos recuerdan que la misión de las Naciones Unidas es salvar a las generaciones venideras de la guerra".

Por último, ha cerrado su discurso señalando que el sistema de la ONU se encuentra bajo una presión política y financiera.

Cinco mujeres en la historia de la ONU

Antes que Baerbock, solo cuatro mujeres han ocupado el cargo de presidente del órgano donde se sientan los 193 países, pese a que este cargo se renueva cada año. La última mujer en ocuparlo fue la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, elegida para el periodo que comenzó en septiembre de 2018.

Mientras que la Asamblea General de la ONU ha tenido, con Baerbock, cinco mujeres electas, nunca ha habido una mujer al frente de la Secretaría general, que es el máximo órgano ejecutivo e institucional, y cada vez surgen más voces que apremian a los países miembros a dar ese paso altamente simbólico cuando Guterres termine su mandato a fines de 2026.

La ONU tiene entre sus Objetivos de Desarrollo Sostenible hacer avanzar la igualdad de género y el empoderamiento femenino, así como "garantizar la participación de la mujer en todos los aspectos de la vida", pero no predica exactamente con el ejemplo.

Ello se debe, como recuerda habitualmente el secretario general, a que las decisiones en Naciones Unidas las toman en última instancia los Estados miembros.